En el mundo laboral, las bajas fingidas o fraudulentas son un problema común que puede tener un impacto significativo en la productividad y el funcionamiento de una empresa. Estas bajas, cuando no son legítimas, representan un desafío para los empleadores, ya que pueden resultar en costos adicionales, interrupciones en el flujo de trabajo y conflictos en el lugar de trabajo. Cuando un empleado no puede continuar trabajando debido a razones de salud o accidente, solicita una baja laboral, la cual le proporciona una prestación mientras sigue cotizando.
¿Qué son las bajas laborales fingidas?
Las bajas laborales cuya denominación legal en la Ley General de Seguridad Social es Incapacidad Laboral Transitoria o ILT, son de dos tipos: las que se producen por causas naturales, como enfermedades o accidentes no laborales, conocidas como bajas por contingencias comunes; y las que se originan por accidentes o enfermedades ocurridos durante la jornada laboral, denominadas bajas por contingencia profesional o incapacidad laboral .
Las bajas laborales fingidas, también llamadas bajas laborales fraudulentas o simulación de enfermedad, son aquella en las que un empleado se ausenta del trabajo alegando estar enfermo o incapacitado, cuando en realidad no lo está.
Estas situaciones pueden darse tanto en bajas por contingencias comunes como por contingencias profesionales. En estos casos, el empleado exagera los daños sufridos y las secuelas para cobrar una indemnización o alargar el tiempo de recuperación y evitar regresar al trabajo, dedicándose a otras actividades.
Causas de las bajas laborales fingidas o fraudulentas:
Las bajas laborales fingidas suelen estar motivadas en los trabajadores por estas causas:
• Modus vivendi: Personas que tienen como modo de vida estar continaumente pendientes de cualquier oportunidad para cometer fraudes y obtener beneficios económicos. Hacen de ello su modo de vida, siempre intentando realizar pequeños fradudes y engaños al empleador, a las compañías aseguradoras, o a cualquier persona o institución que crean que se pueden aprovechar desonesta o ilegalmente sin importarles las consecuencias de ello, ya que en muchos casos quedan impunes al ser unos verdaderos profesionales y las victimas por no querer tener problemas evitan denunciar.
• Atender un negocio propio o familiar: Intentan compaginar su trabajo con un negocio propio, a veces en la economía sumergida.
• Venganza por injusticia: Cuando el empleado cree que sus derechos han sido vulnerados o está siendo tratado injustamente por la empresa, decide vengarse causando perjuicios a la empresa empleadora fingiendo una enfermedad para no acudir a su puesto de trabajo. También en algunos casos, el propio empleado puede llegar a realizar hurtos, robos e incluso llevar a cabo acciones de sabotaje contra la empresa.
• Despido con compensación económica: El empleado quiere finalizar la relación laboral que tiene con la empresa, por diferentes motivos, puede haber encontrado otro empleo mejor renumerado o puede que quiera montar su propio negocio, pero busca el modo de salir de la empresa cobrando una indemnización económca. Por ello opta en llevar a cabo una estrategia para ser despedido por la empresa en lugar de darse de baja de forma voluntaria, y para lograr su objetivo adopta todo tipo de comportamientos que puedan perjudicar a la empresa, hasta que ésta finalmente decide despedirlo y así evitar más problemas. En ocasiones, la empresa está incluso dispuesta a pagar una compensación económica para «deshacerse de él y quitárselo de encima».
• Atender a un trabajo temporal propio: Pueden surgir oportunidades de trabajo temporal que le ofrece algún conocido, antiguos empleadores, también puede ser necesidades personales como realizar reformas en su propio domicilio o trabajar en una obra de una costrucción de un conocido o cliente durante unos meses que se encuentra de baja en su empresa, siendo este un caso muy común entre algunos jovenes.
• Dedicarse al tiempo libre: Algunos aprovechan la baja fingida como un período de descanso, una pausa vacacional, que aprovechan para realizar vacaciones, viajes o para dedicarse a sus hobbies preferidos o para realizar estudios, o debido a que es un periodo de exámenes.
Alegaciones que usa el empleado para justificar su enfermedad:
En el noventa por ciento de las bajas fingidas, los empleados suelen alegar los siguientes síntomas:
- Dolores de espalda en las vertebras, principalmente lumbalgia, también cervicalgia
- Dolores articulares y hoseos
- Dolores de cefaleas como migrañas o jaquecas
- Depresión
- Trastornos de ansiedad y estres
En estos casos, el médico no puede descartar que exista algún tipo de lesión o enfermedad si el paciente asegura que sufre dolor y que tiene síntomas, lo que dificulta su detección, aunque el facultativo tenga sus dudas y sospeche, no puede estar completamente seguro de que exista una lesión que no pueda ser detectada o un dolor que le incapacite para que pueda realizar su actividad laboral con normalidad, por lo que concederá la baja laboral al trabajador.
Durante el periodo que dura la baja laboral, el trabajador está obligado a seguir las prescripciones médicas, a realizar rehabilitación en su caso, y a evitar todo tipo de actividades que puedan agravar su enfermedad o su capacidad de recuperación.
Los detectives encargados de investigar estas presuntas bajas fingidas deben obtener pruebas de aquellas actividades incompatibles con la enfermedad declarada por el trabajador, actividades o conductas que puedan agravarla o que no faciliten su recuperación. Para ello se llevaran a cabo vigilancias y seguimientos en secreto con total discrección en el entorno del trabajador a investigar, donde podrá certificarse que es lo que realemente hace el empleado durante este periodo de baja, cual es su comportamiento y si está llevando a cabo la prescripción médica correctamente o en cambio está realizando actividades o tareas imcompatibles y dañinas con la enfermedad que alega tener. A modo de ejemplos, si no puede conducir vehículos y conduce, si no puede consumir alcohol debido a una cierta medicación que toma y lo hace, si no puede realizar actividades deportivas, esfuerzo, ir al gimnasio, correr, cargar con peso y lo hace. Los detectives recopilaran pruebas fotográficas y de vídeo que puedan probar la conducta y actividades que realiza el empleado investigado, todas estas pruebas se adjuntaran en el informe testifical documentado que presentará el detective como testigo-perito profesional, excepcional y privilegiado. El detective privado está regulado por la Ley de Seguridad Privada y es habilitado por el Ministerio del Interior a través de la Dirección General de la Policía, hallándose colegiado en el colegio oficial de detectives privados de la comunidad autónoma donde tenga ubicado su despacho profesional.
Impacto en las Empresas: Las bajas laborales fingidas representan un desafío significativo para las empresas.
Además del costo financiero asociado con la pérdida de productividad y la necesidad de contratar personal adicional para cubrir las ausencias, estas bajas pueden afectar negativamente el ambiente laboral y a la moral del resto de los empleados, ademas también deben de asumir una carga de trabajo adicional, todo ello dando un mal ejemplo, tambien y muy posiblemente algunos trabajadores sepan o sospechen de que el compañero que esta de baja esta fingiendo. Las bajas laborales fraudulentas pueden erosionar la confianza entre empleadores y empleados, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en la relación laboral, disminuir la producción y hacer un efecto contagio con el resto de trabajadores y cabar media plantilla de baja como desgraciadamente ha sucedio en algunas empresas.
«El empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por parte del trabajador de sus obligaciones y deberes laborales» Art. 20 Ley de Estatuto de los Trabajadores.
Cómo los Detectives privados pueden ayudar:
Los servicios de detectives privados pueden desempeñar un papel crucial en la identificación y prevención de las bajas laborales fingidas. Utilizando una variedad de técnicas de investigación y vigilancia, los detectives privados pueden recopilar pruebas que certifiquen si las reclamaciones de enfermedad de un empleado son legítimas o fraudulentas. Mediante vigilancias y seguimientos se obtienen pruebas testificales documentadas que demuestran ante los tribunales el fraude cometido por el trabajador. Tras finalizar el servicio de investigación el detective emitirá un informe testifical pericial con las pruebas obtenidas el cual será presentado en el juzgado y rátificado en la vista oral.
En resumen, las bajas laborales fingidas representan un desafío significativo para las empresas, pero no son insuperables.
Con la ayuda de servicios de detectives privados especializados en investigaciones laborales, las empresas pueden detectar y abordar de manera efectiva este tipo de comportamiento, protegiendo así sus intereses y garantizando un entorno laboral justo y productivo para todos los empleados.